Buenas noches queridos lectores. Hoy les traigo un comentario crítico acerca de la homosexualidad, el cual esta bastante interasante, asi que les recomiendo que le echen un vistazo.
Este comentario esta escrito por María Laura Rivera; María Gabriela Rivera; Mercedes Martín.
Espero les guste.
Los
patrones sociales vistos como justificación para discriminar la homosexualidad.
Empecemos
indicando, que el desarrollo y rol de vida que el hombre ejerce en la sociedad
siempre ha sido moldeada de acuerdo a las exigencias que esa misma le emite, es
allí donde se dice: esa persona es buena, es mala, es inadaptada, es culpable,
es inocente, entre otras frases utilizadas para tildar y condenar o salvar a un
individuo, que con sus particulares formas de vivir está buscando una
aceptación en la sociedad.
En
este sentido, es de vital importancia hablar de un tema que nos incumbe a todos
como seres humanos y más aun si somos partidarios y luchamos por el respeto de
los derechos del hombre. Actualmente, el mundo entero está atravesando por una
situación tan polémica como lo es el tema de la homosexualidad, y es que se toma
este pensamiento como si fuera una enfermedad o una droga que llevará al hombre
a su fin, sin analizar que se trata solamente de una forma particular que
siente un individuo de amar; es decir, el corazón de un hombre se acelera
cuando ve a otro hombre y no cuando ve a una mujer, que según concepciones de
crianza, esa es una conducta no normal y, es justamente ese pensamiento el que
genera la situación problemática de discriminación que se está viviendo en la
sociedad hacia estos hombres.
En
otro orden de ideas, desde el momento en que un hombre y una mujer deciden
casarse, y concebir una nueva vida, esa conducta es adoptada como una situación
normal. En base a esto, ocurren toda una serie de acciones que tienen la
finalidad de prepararse para el momento del nacimiento, por ejemplo, pintar la
habitación del bebé, usando el color
azul si es niño, o usando el color rosa si es niña. Ciertamente, es
evidente que desde el momento en que el bebé nace y a medida que crece, éste
está recibiendo en el hogar patrones de conducta que debe seguir para ser
socialmente aceptado, y es que no existe una escuela y mucho menos un hogar en
donde se le enseñe, aclare y explique al joven que existe el homosexualismo,
simplemente porque según los paradigmas de vida, eso no corresponde a las leyes
naturales de la iglesia y de la procreación; es decir, un hogar está conformado
por un padre y una madre (un hombre y
una mujer), es esta unión la que da como resultado nuevas vidas, no hombres con
hombres ni mujeres con mujeres. Sin embargo, aunque reciban patrones
identificados a su sexo, se vistan asociados a él, entre otras cosas; según mi
manera de ver, no se debe descartar la posibilidad que esa persona pueda
sentirse o no, identificado a su sexualidad; por el contrario, la persona,
tarde o temprano, puede descubrir en su interior, en su manera de ser y de
tratarse con la sociedad que no es lo que ellos están viendo, que no se siente
hombre solo por vestirse como tal. Justamente, estas conductas son el
reconocimiento de su verdadera identidad sexual, y que la sociedad por actitudes
conservadoras repudia hasta llegar al límite de ser homofóbicos. Pero
claro, es muy fácil decir esto si se es hombre y se siente atracción por una
mujer, porque se ve la realidad establecida sin ninguna refutación, pero cuando
se siente gusto y atracción por el mismo sexo es cuando no se le puede exigir a
esa persona que entienda las “supuestas leyes de la naturaleza”, simplemente
porque es más que evidente que la naturaleza de esa persona corresponde al
deseo hacia el mismo sexo y, cómo luchar contra un deseo que analizándolo bien,
se puede consumar sin hacerle daño ni perjudicar a nadie.
Yo
afirmo, que es una actitud sin naturaleza alguna, porque no estamos hablando de
monstruos, o alguna otra cosa rara, se está hablando de personas tan iguales a
cada uno de nosotros, con los mismos derechos y deberes, con las mismas ganas
de vivir y que por una etiqueta de ¨gay¨ se le limita, solo por no
identificarse a su sexo.
La
temática en desarrollo, me lleva a plantear la siguiente interrogante: ¿es importante
actuar con tolerancia al momento de respetar esas conductas sexuales? Indudablemente
sí, y es que ese individuo solo le está
pidiendo a la sociedad que lo respete y lo tolere, sin tener que aceptar su
definición sexual. Aquí debo aclarar que, aunque un individuo no acepte la
condición homosexual de otro, debe aceptar a ese hombre “gay” como ser humano
igual que otro y que tiene todo el derecho a compartir y vivir en el mismo
espacio geográfico sin ser discriminado.
Además,
de la actitud de la sociedad en general está
la posición de la Iglesia (Cristiana-Católica, en este caso) en relación
a los homosexuales, la cual ha sido siempre totalmente en contra de este tema.
El principal argumento que usan para sostener esta postura es que las Sagradas
Escrituras presentan las relaciones homosexuales como depravaciones graves y
contrarias a la ley natural, esto debido
a que no permiten la generación de nueva vida, y consideran que las personas
involucradas en estas relaciones no desarrollan una verdadera complementariedad
afectiva y sexual, y no solo por la procreación, sino que, el homosexualismo no
es diseño divino, es incapaz del amor fecundo y solo ocurre como una
contradicción al plan de Dios.
Cabe agregar, que tal argumento dejó en claro intrínsecamente el monseñor Bambarén
que expresa que, ¨Preguntarle a un sacerdote sobre la
homosexualidad es como preguntarle a un nazi qué piensa de los judíos. La
respuesta es conocida.¨, es decir, que concretamente es un tema sustancialmente
desconocido, desaprobatorio y visto como un problema que hay que eliminar. Para
las personalidades de la iglesia no es
lo correcto, divinamente, como para el derecho no es lícita una actitud
antijurídica, por no respetar lo que dios ha designado para los humanos.
Según el Psicoanalista Kantor “La Biblia es
muy clara y dice no estar de acuerdo. Es un cuestionamiento final al modo de
vida. La gente piensa que padre y madre es lo natural y así debe de ser. Por
eso cuando un homosexual asume su condición se libera, salir fuera del clóset
es complicado para la familia, pero para ellos es absoluta liberación.” Según lo citado, se puede observar como la
iglesia católica muestra una postura en contra a los homosexuales, adoctrina a
una determinada sociedad a sentir rechazo en contra; a mi juicio, esto no
debería suceder, porque ciertamente Dios creó al hombre y a la mujer, pero el
acepta a todos tal y como son, todos por igual tendrán el perdón de los
pecados.
Se
observa notoriamente, como consecuencia de estas posturas tan radicales, surgen
actitudes discriminatorias que tienen un impacto negativo en la vida de los
homosexuales y por tanto son consideradas como perjudiciales. Incluso, pueden
llegar a desarrollarse actitudes homofóbicas en las personas. Pues, si la
iglesia piensa así, es natural que aquellos que profetan la religión verán con
desacuerdo rotundo a la idea de siquiera aceptar la libertad de pensamiento y
elección de estas personas homosexuales, que no se sienten identificados son su
sexualidad.
Por
otro lado, tenemos la situación que destaca el psicoanalista Kantor, acerca de
la actitud de los padres al encontrarse con que su hijo es homosexual. ¨Para muchos, tener un hijo homosexual es
como tener un hijo enfermo¨. Es notablemente perturbador pensar que hayan
padres que piensen de esta manera, y rechazan la posibilidad de que su hijo sea
distinto a lo que es ¨normal¨; que sean tratados distintos dentro de su seno
familiar ya es duro, imaginemos que ésta situación se extrapolare a su vida en
la sociedad, es difícil ¿ no?. Y pregunto, ¿será a caso ésta situación justa
para éstas personas que piden ser aceptadas tal y como son? Evidentemente no es una situación que pueda
agradarle a nadie, que cada vez que un homosexual salga a la calle se sienta
rechazado, criticado y hasta aislado de la sociedad, solo por no tener la
identidad de su sexo, porque psicológicamente no se siente identificado como
tal, y porque dicha sociedad no se siente cómoda con sus comportamientos, con
su manera de actuar, de sonreír, de hablar, de relacionarse, y demás.
Significa
entonces, que por vivir situaciones como las descritas anteriormente, las vidas
de estas personas son incomparablemente más difíciles que la de los
heterosexuales, por lo que se pueden volver personas con autoestima baja, lo
cual los obliga a mantener su orientación sexual en secreto, ya que temen
repercusiones que van desde una pérdida de respeto hasta la hostilidad de
familiares, amigos y allegados. Y no solo es actitudes de rechazo, tal
situación se puede convertir en un problema de grado mayor de agresión, como es
el caso que ocurrió en el país chileno,
con el homicidio de un joven. “Zamudio,
de 24 años y declarado homosexual, murió el 27 de marzo pasado tras agonizar
por tres semanas luego de haber recibido golpes en la cabeza y el cuerpo, quemaduras
con cigarrillos y marcas de símbolos y consignas nazis, a manos de un grupo que
lo atacó por su condición sexual al encontrarlo de madrugada durmiendo ebrio en
una plaza”, señala noticias terra, titulado “Chile comienza a rebelarse contra
la discriminación a homosexuales”. Tal suceso dejo al desnudo un problema que
ya no es de rechazo o no a estas personas, si no de la comisión de actos delictivos solo por el
hecho de tenerles odio por su manera distinta de pensar y de actuar. Entonces
¿dónde está el derecho a vivir libre de pensamientos, cultos y credos? Es un
insulto por parte de las legislaciones que aun tengan en sus textos normativos,
artículos discriminatorios como por ejemplo chile, que para antes del 2004
todavía tenía artículos discriminatorios.
Otro
aspecto, es que a pesar de toda la oposición social y de los problemas que esto
pueda acarrear, en la actualidad los homosexuales se consideran capaces y
dignos de poder unirse en matrimonio, e incluso de formar una familia.
Claramente, esto va contra la idea “correcta” que se tiene del matrimonio, la
cual históricamente hacía referencia a la unión de dos personas de diferentes
sexos. Ahora, en cambio, son muchos los que buscan que esa imagen tradicional
pueda incluir a parejas conformadas por personas del mismo sexo.
Es
importante señalar, que cada persona es libre de hacer, pensar y obrar como su
conciencia así lo determine, siempre y cuando no vaya en contra de los preceptos judiciales,
cometiendo un delito por ello. Si la legislación reconoce derechos adquiridos a
la personalidad, que son inherentes a la persona una vez que nazcan, ¿quiénes
somos nosotros para negarles aquel derecho? , seria arbitrario decir quien
tiene y quien no tiene derecho.
Es
importante entender que la homosexualidad no es una enfermedad, ni una
situación que trae consigo distinción entre las personas, pero que, todos somos
capaces de aceptar a las personas tales y como son, y la legislación así debe
determinarlo, la ley debe ser igual para
todos.
En
conclusión, luego de abarcar un poco este discutible y amplio tema, es
importante interiorizar la idea de que todos somos iguales ante la ley, que
nadie es menos que otro y que por el simple hecho de no identificarse
sexualmente a su sexo no es razón suficiente para discriminarlos y aislarlos,
solo por no pensar como las personas conservadoras y poco liberales. Es decir,
es necesario tener una actitud de respeto, y aunque no aceptemos su ideología o
su manera de pensar porque nosotros no
seamos así, es importante crear un respeto y tolerancia a tal situación, para
llevar una vida en sociedad más placentera.